jueves, 19 de octubre de 2017

Machado no es de los tuyos


En una visita a Soria me comí un sándwich mixto sobre la cara de Antonio Machado, que decoraba las mesas de una terraza. La voracidad con la que cualquier detalle de la historia es engullido y disfrazado en virtud del turismo es implacable, hortera también, aunque en general quiero creer que ingenua. Pero no me lo parece la utilización de la figura de Antonio Machado, y de su obra, troceada al gusto para sazonar el linchamiento de cada día.

Podríamos decir que los libros del poeta están más de actualidad que nunca, si fuera por las veces que se le cita en declaraciones políticas, y en ese caos que son las redes sociales. El tema no es nuevo. La trayectoria impecable de Machado, su compromiso total con las causas sociales, su fallecimiento en el exilio, fue aprovechado por algunos para convertirle en una especie de “santo laico”. Un santo que por lo visto no solo les bendice a ellos mismos, sino que condena desde sus poemas, como si fueran una profecía, a sus contrincantes. No es extraño que el verso más citado sea aquel de “una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Si alguien pronuncia esto, automáticamente se sitúa en la España de los “buenos”, porque la de los “malos” es la otra, la que lanzó al exilio al poeta, que por lo visto sigue siendo la misma que la que hoy le está fastidiando al bardo de turno.

Pobre Machado. Tendría que triplicar su ya enorme consumo de cigarrillos y de cafés para aguantar esta colección de partidarios que sin cesar le invocan, con la cobardía del que sabe que no puede replicarles. Pobre poeta, que huía de los pelotas y no soportaba siquiera que recitaran sus poesías delante de él; se quedaría más tieso escuchando a tanto boca chancla que aguantando las heladas de la meseta, de las que escapó en cuanto pudo…
Y un párrafo de su puño y letra al respecto: “Si algún día alcanzáis un poco de notoriedad, seréis interrogados sobre lo humano y lo divino… Tendréis que aceptar entrevistas y diálogos con hábiles periodistas, que os harán decir en letras de molde, con vuestras mismas palabras, no precisamente lo que vosotros habéis dicho, sino lo que ellos creen que debisteis decir y que puede ser lo contrario. Hay en esto un problema difícil, que los viejos políticos resuelven, a su modo, con ciertas bernardinas y frases amorfas, hábilmente combinadas, las cuales, vueltas del revés, vienen a decir aproximadamente lo mismo que del derecho”.
No puede haber nada más contrario a la palabra que no pertenecer a todos los seres humanos. Soportamos que la tierra sea más de unos que de otros pero, ¿también la poesía tiene dueños? Que se trabajen sus argumentos, y sobre todo sus razones, y que no roben las emociones que son de todos. Machado nada les debe.
   













Antonio Machado. Exposición sobre Emiliano Barral, Museo Provincial de Segovia.


* Artículo publicado en El Adelantado de Segovia. 19/10/2017