lunes, 26 de junio de 2023

Los mejores de su promoción

Escribo para el mal alumno. Para el que arrastra este verano algún suspenso, para el que el curso que viene va a repetir, para el que se plantea seriamente dejarlo porque igual no sirve, para el que va a cambiar de carrera. También escribo para los alumnos que aprueban, pero creen que no es bastante. Yo os digo: no temáis, los periódicos mienten, o al menos no lo cuentan todo. Por ejemplo, no cuentan que sacar un diez está sobrevalorado. Personalmente, creo que es una losa. Con el tiempo, te das cuenta de que un siete o, incluso, un cinco pelado, están muy bien. Ningún cirujano opera de diez; ningún profesor explica de diez; si un directivo fracasa en cinco de cada diez ideas que se le ocurren, su empresa será la más grande. Y casi todos han recibido alguna oportuna calabaza en su vida, han echado a perder un curso, o han recibido una carta de despido. Es lo normal, amigo.

Os digo: tenéis talento. Los profesores a veces no lo encuentran, es verdad. Están muy ocupados tratando de arrastrar a treinta alumnos al mismo sitio. Aunque no os lo creáis, es más fácil que aprobéis todos, a que entendáis todos a la vez un tema. “Se pasa por las asignaturas como por las estaciones de ferrocarril en un largo viaje, sin dejar en la memoria más que un vago recuerdo”.  Eso lo escribió alguien en 1909, y no ha cambiado. Sin embargo, lo que os va a ayudar en el futuro es lo que quede en vuestra cabeza cuando os olvidéis de fechas y fórmulas. Solo unos pocos conocimientos, si puede ser, ordenados, si puede ser, bellos. Y la capacidad de reflexionar, dudar y preguntar.

Con todo, lo sé, hay que ir pasando las etapas. La formación os va a ayudar a tener una buena vida, y también a lograr hacer mejor la vida de otras personas, que eso hace sentir genial. Puede ser formación profesional, puede ser la universidad. Después de los dolores de tripa y los madrugones para superar la EBAU (que no es para tanto), veréis noticias sobre lo mal preparados que llegáis los estudiantes a las universidades. Y cuando terminéis la universidad, escucharéis que no os forma para las necesidades de las empresas…  

Ni caso. Hay cosas que no dependen de vosotros, pero, unas pocas, sí. Tratad de hacer lo mejor con lo que tenéis. Pedid ayuda. No sois vagos, ni tontos. En algún momento todos perdemos el hilo, pero siempre hay medios de volver a agarrarlo. Siempre. Como sabéis, nada hay peor para la naturaleza que trazar una carretera en línea recta. Un camino con curvas respeta ríos, arboledas, y a vosotros mismos. Ahora quizás no, pero iréis teniendo las herramientas para superar el recorrido. Ser un triunfador no es como os lo contaron, no es un camino recto y perfecto. Los adultos a veces os fastidiamos, porque somos impacientes y tenemos miedo. Qué vamos a saber, si no hemos hecho la EBAU. Tenéis que ser más listos que nosotros.

 

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